domingo, 6 de abril de 2014

Crónica de un viaje turístico a Galápagos: la parte alta de Santa Cruz

Viajar en un tour tiene ciertas ventajas, una de ellas es que siempre tienes un guía a disposición, no solo para los recorridos turísticos, sino también para la logística.
Cumplidos todos los trámites necesarios para abandonar el aeropuerto de Baltra, en las islas Galápagos, te espera un guía quien a más de darte la bienvenida, te lleva a tomar uno de los buses que las compañías aéreas ponen a disposición de sus pasajeros para transportarlos desde la terminal hacia el Canal de Itabaca, en un recorrido no mayor a diez minutos sobre camino asfaltado.

En ese lugar hay que abordar un transporte fluvial para cruzar los 800 metros de mar que separan la isla Baltra de Santa Cruz y que se superan en unos siete minutos.  Una vez en tierra es necesario abordar alguno de los servicios de transporte que esperan en el lugar y nos llevan hacia el otro extremo de la isla, donde está el centro poblado y capital de la misma: Puerto Ayora.
El trayecto es por una carretera de primer orden, bastante lineal (a diferencia de las que hay en el continente) que en momentos asciende ligeramente por áreas cubiertas de vegetación exuberante que se deja ver gran parte del camino.  Llegar a Puerto Ayora toma alrededor de 45 minutos, el primer destino será el sitio de alojamiento donde es posible tomar un breve descanso, refrescarse, mudarse de ropa y almorzar, como paso previo al inicio del recorrido turístico agendado.

Parte alta de Santa Cruz y rancho Primicias

Lejos de lo que nos podríamos imaginar, en Santa Cruz existen zonas extensas dedicadas a la agricultura y ganadería que dan sustento a la población local y visitantes.  Pese a que su suelo está compuesto principalmente por roca volcánica, las partes altas de la isla (menos de mil metros sobre el nivel del mar) son tierra fértil para cultivos, introducidos desde los primeros años de su colonización.  Árboles de guayaba y maracuyá llamaron mi atención por sus frutos y aroma, así como las abundantes enredaderas de sandía. 

Hay una propiedad privada dedicada a esta actividad económica y en la cual además habitan libres varias tortugas, por lo que se ha convertido en visita obligada de los viajeros.  Se denomina Rancho Primicias, donde las tortugas caminan, comen y descansan tranquilamente bajo la mirada curiosa de los llegados, quienes no pierden la oportunidad de fotografiarse con ellas. 

Además exhiben varios caparazones de tortugas que facilitan entender su lento caminar y estructura física.  La columna vertebral está en la parte superior del caparazón, por lo que cuerpo y cubierta son uno solo.  Se puede apreciar la diferencia entre la estructura de los machos y las hembras, ya que la parte baja del caparazón es plana en las segundas y cóncava en los primeros.  Esto para que durante el apareamiento, el caparazón del macho se mantenga equilibrado sobre el de la hembra.
Además ahí es posible ingresar a un túnel de lava (una especie de caverna) formado enteramente por roca volcánica.  Iluminado para minimizar los riesgos durante un corto descenso, en su interior se miran distintas capas rocosas que están bajo el suelo y que se explican por el origen volcánico de las islas.

Los Gemelos

Situados también en la parte alta de Santa Cruz, son dos grandes hoyos a manera de cráteres, denominados Los Gemelos, cuya formación se presume fue el resultado del colapso o hundimiento de materiales superficiales dentro de fisuras o cámaras subterráneas.  Algo así como una implosión que dejó una gran circunferencia de paredes rocosas, cuyo interior fue absorbido por la tierra.  Con el paso de los años, sobre las piedras creció abundante vegetación mucha de ella introducida (como las moras de monte) que tapan el fondo del cráter. 
Es posible circundar toda el área, en una caminata por senderos previstos, durante la cual se puede observar variedad de aves y la presencia de uno de los árboles endémicos de Galápagos: la Scalesia.

Empieza a caer la noche y por tanto es hora de retornar al hotel.  Así termina el primer día en las “Islas Encantadas”. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario